Lamborghini, Walsh, la violencia y los dinosaurios en la cama : rumiar la biblioteca

lunes, 2 de febrero de 2015

Lamborghini, Walsh, la violencia y los dinosaurios en la cama

Osvaldo Lamborghini,
El fiord (1969), Barcelona,
Ediciones sin fin (2014)


Dos formas de manifestarse la violencia: la realidad desbordada, en Walsh, que la denuncia o señala; la ficción magnificada y hasta profética en Lamborghini, que la parodia y exubera.
(
A saber cómo se conceptualizará la violencia que sucede ahora.)

Leánse juntos o en conjunto, por ejemplo, El fiord y Operación Masacre y la Argentina de entonces se conforma con salvaje impunidad, al menos desde el punto de vista alejado o quizá también alelado o, mejor, con el imaginario desde el que un hijo de los años setenta ha sido educado.

De El fiord:
"El primer LATIGAZO me arrepolló la oreja izquierda. Perdí toda mi tibieza centrista y grité, grité como un poseso: '¡Arriba los Pobres del Mundo!', y '¡Atrás, Atrás, Chancho Burgués!'. El segundo me incrustó el esternón en la pared del estómago, toda cubierta de musgo. El tercero me arrancó un testículo y vi mi sangre. Con ella regando las baldosas del piso, inicié un desaforado recule en dirección al guerriloto Sebas, quien cuando estuve a su alcance me recibió con una tocadita de upite a modo de aliento y de saludo."

De Operación Masacre:
Rodolfo Walsh, 
Operación Masacre (1957),
Madrid, 451 editores (2008)





"Parece que Rodríguez Moreno estuviera tratando de ganar tiempo. No ha de resultarle muy agradable salir con semejante noche para matar a diez o quince infelices. Personalmente está convencido de que más de la mitad no tienen nada que ver. Y aun los otros le inspiran dudas. Nerviosos partes se cambian entre él y el jefe de Policía que ya ha llegado a La Plata. Las instrucciones son terminantes: fusilarlos. La alternativa: quedar incluido él mismo en la ley marcial. Parece que hasta se habla de mandarle un delegado con tropas."




Y escúchese aquel tema de Charly García, "Los dinosaurios", incluido en Clips modernos (1983), para redondear la idea.




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